Ayer fue uno de esos días,en que uno debe reconocer plenitud,y mucha paz. Son días, que te acompañan en la vida. Estuve vendiendo el Reino cosméticos, y además, conocí a una nueva clienta, Gladis, a la cual tengo que ver el lunes después de las cinco de la tarde. Ojalá me compre algún producto. Ya, Ana, me pidió algo,ayer. Y al final, estuve tres horas con mi amigo Carlos,que me mostró fotos de su viaje a Croacia. La última parte de la noche, estuvo matizada por conversaciones con mis padres, vista de la luna con mi prismático, y estuve unos minutos con los vecinitos, en la puerta del edificio. Bien. Muy bien.
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